Jugador de baloncesto
DEL COLEGIO MARISTAS A LA AVENTURA DE LA NBA
JUAN CARLOS VILLENA
Víctor Claver Arocas creció rodeado de señales que le encaminaban a triunfar en el mundo del deporte. A los cinco años blandió en el aeropuerto de Manises una pequeña pancarta de cartulina que felicitaba a los flamantes campeones de la EHF de balonmano, el Avidesa Alzira que entrenaba su padre, Paco Claver. Unos meses después tocó su primer balón en el patio del colegio Maristas. Eligió el baloncesto porque su mejor amigo jugaba en el prebenjamín de la escuela, con una sutil diferencia que comenzó a marcar el camino a aquel espigado pelirrojo, los dos palmos de altura con los que superaba al resto de sus compañeros. Dieciocho años después de aquella imagen en la calle Salamanca, Claver debutó en la NBA con la camiseta de los Blazers. Esa gesta abrió una barrera hasta entonces inimaginable. El primer valenciano en disputar la mejor liga del mundo culminaba una carrera meteórica que, cosas del destino, comenzó a enseñar el vértigo justo desde la cima. Esos caprichos del deporte, de estar arriba y abajo, que tantas veces le enseñó su padre, profesor de Física y Química y que guió la carrera deportiva de su hijo con el mimo que sólo puede plasmar un docente.
Mucho tiempo antes de aquello soñaba despierto en las gradas de la Fonteta junto a sus compañeros del cadete del Pamesa. El primer título europeo del conjunto valenciano, que vivió con catorce años en el anillo superior del pabellón, fue la chispa que activó su deseo de convertirse en jugador profesional. La imagen de las otras dos leyendas del baloncesto valenciano, Víctor Luengo y Nacho Rodilla, juntando sus caras al levantar el trofeo le marcó. Siete años después, el deporte le permitió sentir esa adrenalina de ser capitán del equipo de tu tierra y levantar un título continental. Paco aún estaba en la grada, emocionado por su clase magistral.
La vida deportiva de Claver cambió en la madrugada española del 26 de junio de 2009. Su nombre apareció mucho antes de lo esperado en la selección del Draft de la NBA, aunque a esas horas su familia ya había sido vencida por el sueño. Siguió con los ojos abiertos como platos la lectura de su nombre en el puesto 22. Su hermano Javier, que se encontraba en ese instante en Estados Unidos, compartió esa alegría desde la distancia. Fue una noche loca de verano, donde los rescoldos de las hogueras de San Juan le abrieron de par en par las puertas de la Gran Manzana.
Nueva York fue la casilla de salida para su aventura en Portland. Una experiencia que siempre sirve a los jugadores europeos para darse cuenta de que en tierras americanas no se vive a la vanguardia de todos los aspectos de la vida. El curso orientativo que la NBA da a sus debutantes veinteañeros incluye clases de cómo afrontar la fama, las relaciones personales o los peligros del dinero fácil. Su sólida educación le permitió no tener que tomar muchos apuntes. Una preparación que también le ha servido para capear esa delgada línea que separa la realidad de una trayectoria con las expectativas creadas en el exterior. Más allá de los títulos, la huella de Claver en el baloncesto valenciano recordará a un jugador que supo canalizar las críticas para ser feliz en el deporte que ama, rodeado de los amigos de siempre, aquellos que le despidieron cuando comenzó su aventura americana.
El gran símbolo de su renacer como jugador de baloncesto tiene una fecha, el 15 de septiembre de 2015. Aquella noche en Lille, frente a Grecia en los cuartos de final del Eurobasket, borró de un plumazo las dudas de sus críticos. Los tres oros con la selección alumbran una carrera deportiva que aún no ha escrito todos los capítulos. Su último sueño es volver a vestir la camiseta del Valencia Basket antes de colgar las botas. A Paco le gustaría verlo de taronja desde el cielo.
- Víctor Claver Arocas (Valencia, 30 de agosto de 1988).
- Estudió en el Colegio Maristas de Valencia.
- Su palmarés en la selección está compuesto por la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012; oro en el Eurobasket de 2009 en Polonia, en el de Lituania 2011 y en el de Francia 2015, y bronce en el Eurobasket de Eslovenia 2013.
- Con el Valencia Basket consiguió el título de la Eurocup en 2010 y disputó un total de 82 partidos en la NBA con los Blazers.