Vicente Caballer

1943
Pirotécnico

LA CONQUISTA DEL HIJO DE LA PÓLVORA

ALBERTO MARTÍNEZ

Redactor de Deportes de LAS PROVINCIAS

Cuando tenía 11 años, Vicente Caballer se escapaba del colegio para presentarse corriendo en la fábrica pirotécnica que dirigía su padre en Campolivar. «¿Qué haces aquí?», le preguntaba su progenitor. Aquel curioso niño sólo tenía una preocupación: que los trabajadores de la planta le enseñaran a manipular la pólvora. Y tanto que aprendió. Se convirtió en un maestro internacional, en un artista que ha abierto las fronteras de los cinco continentes a golpe de espectáculo. Luz y sonido. En torno a esta explosiva combinación, ha girado su vida y su ingenio. De ahí que ahora, a sus 72 primaveras, continúe en primera línea de fuego. Entre las pellas que hacía siendo niño y la actualidad, el valenciano ha alimentado la leyenda de una saga familiar que ha conquistado el mundo.

Vicente Caballer, que nació en Godella el 4 de abril de 1943, forma parte de la tercera generación de una estirpe entregada a la pólvora. Su abuelo encendió la mecha. La empresa nació hace 135 años y, a día de hoy, continúa a pleno rendimiento. Ahora cuenta con dos plantas: una en Llíria y otra en Turís, que se alza como una de las más grandes de Europa. La compañía se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y potenciando la exportación.

Pirotecnia Caballer, tal y como se denomina la empresa, es una de las mayores embajadoras de Valencia. Sus mascletaes y fuegos artificiales retumban en los grandes eventos del planeta, pero también se dejan sentir en cada rincón de España. Y es que ha recorrido casi todos los pueblos del país.

Con Vicente Caballer llevando el timón, la empresa ha vivido su máximo esplendor. Es el ‘coheter’ con más solera y tradición de la actualidad. Ha representado la época dorada de la pirotecnia valenciana junto a su primo Ricardo, Miguel Zamorano y los Brunchú. Se han encargado de poner el sello al producto.

Caballer se ha movilizado con ímpetu para romper barreras y exportar su producto a nivel internacional. Cruza fronteras para vender su material pirotécnico, pero también para desarrollar funciones. De ahí que en sus vitrinas se amontonen cientos de premios. Entre ellos, cinco Júpiter, los Oscar de la pólvora. A nivel local, las Fallas no se pueden entender sin su nombre. Sus disparos causan una expectación inaudita con motivo de la fiesta valenciana. Y ha inaugurado los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, así como la Copa América. Además, durante años, la empresa ha trabajado para la Casa Real.

Vicente Caballer recuerda con especial cariño el maratón pirotécnico que afrontó en la Expo 92 de Sevilla. Entre abril y octubre, llevó a cabo dos espectáculos por día y superó los 300. Todo un hito. ‘El hijo de la pólvora’, como le bautizaron en su día, no se aparta de su pasión. Ni se plantea hacerlo. Sigue dedicándose en cuerpo y alma, aunque ha delegado ciertas tareas en sus cuatro hijos: Verónica, Begoña, Amparo y Vicente. La innovación siempre ha sido uno de sus principales dogmas. Sabe que los espectadores quieren frescura.

Estar a la vanguardia es una de las señas de identidad de la compañía. Precisamente, el recuerdo más antiguo de Vicente Caballer relacionado con la pirotecnia se remonta a cuando tenía seis años y, entusiasmado, disparó la primera mascletà mecanizada, que había sido preparada por su padre y sus tíos. Tuvo lugar en su tierra, Godella, para celebrar las fiestas de Sant Antoni. Supuso un grandísimo avance.

Le reconforta la conexión con su tierra y los cálidos aplausos después de cada disparo. En un monolito que preside la fábrica de Llíria, se puede leer el siguiente mensaje: «Los pirotécnicos, al realizar nuestro trabajo, sentimos la ilusión y la alegría de compartir con los pueblos en fiestas».

Vicente Caballer, enamorado de su profesión, siempre se despide de los suyos de la misma manera: «Pólvora y amistad».

  • Vicente Caballer Ramírez (Godella, 4 de abril de 1943).
  • Máximo responsable de Pirotecnia Caballer, una empresa de prestigio internacional. Ha fomentado la innovación en sus espectáculos
  • Es la tercera generación de una célebre saga ligada a las mascletaes y los fuegos artificiales. Sus cuatro hijos continúan con la tradición.
  • Los espectáculos de Caballer son reconocidos a nivel mundial. Ha recibido cientos de premios, incluidos cinco Júpiter, los Oscar de la pólvora. Es presidente de Piroval, la Asociación de Pirotécnicos de Valencia.