COMPROMETIDO CON LA SOCIEDAD

VICENTE BOLUDA FOS

Vicente Boluda Marí fue sin duda un empresario clave en la historia de nuestra ciudad, Valencia, tanto por su legado empresarial como por su implicación social en ámbitos como el deporte, la cultura y las tradiciones. Yo, desde muy niño, tuve la suerte de pasar muchas horas con él y aprender e impregnarme de su espíritu emprendedor, su pasión por Valencia y su vocación solidaria.

Con tan sólo 16 años, mi abuelo invirtió el dinero de una herencia familiar en la compra de un remolcador a vapor con el que prestaba servicios a los barcos que atracaban en el puerto de Valencia, suministrando todo tipo de productos y moviendo las mercancías entre el puerto y los buques. Sólo dos años después disponía de la flota más grande del puerto. El éxito de un visionario. Ya entonces fue un referente, pues el aumento del tráfico marítimo hizo de los remolcadores herramientas imprescindibles en los puertos.

Vicente Boluda Marí trasladó su pasión por el mar y su espíritu emprendedor a mi padre, Vicente Boluda Crespo (1929-2007), quien en la década de los setenta asumió la empresa familiar. La impulsó y amplió su ámbito geográfico y de actuación a los principales puertos españoles. Mediada la década de los ochenta, aún en vida de mi abuelo, yo, Vicente Boluda Fos, tercera generación por parte paterna y quinta por parte materna de empresarios marítimos, tomé las riendas de la compañía muy tempranamente por una enfermedad de mi padre. Puse toda la ilusión y aposté por la internacionalización y la diversificación. Así, en lo que hoy es Boluda Corporación Marítima confluyen dos familias vinculadas a la mar: la empresa de remolcadores de mi abuelo, fundada en 1920, y Naviera Fos, fundada en 1837 por mi familia materna. El resultado es uno de los grupos de referencia en servicios marítimos globales. Boluda Corporación Marítima está presente en más de 75 puertos, con oficinas en los cinco continentes, y es la segunda compañía del mundo en remolcadores.

Mi padre y yo siempre tuvimos claro que los principios y valores sobre los que mi abuelo fundó la empresa debían permanecer inalterados y ser legados a las generaciones futuras: esfuerzo, confianza, rigor, calidad y ética. Valores y principios que aplicaba en todos los aspectos de su vida y que difundía entre los miembros de la familia y todos los empleados.

Sin duda fue un empresario de raza en tiempos difíciles y convulsos, tanto desde el punto de vista de inestabilidad económica como política. Pero él tenía una naturaleza fuera de lo normal y una impresionante capacidad para tomar decisiones e ilusionar a todos los que tenía alrededor. Era hombre de pocas palabras, pero sabias. Cada día nos daba una lección diferente a todos los que estábamos a su alrededor.

Pero más allá del enorme espíritu emprendedor que irradiaba mi abuelo y dotes innatas para liderar equipos, puedo afirmar que fue un mecenas y que su legado hacia la sociedad valenciana fue fecundo. Siempre tuvo mucha curiosidad por saber, conocer y estudiar y por ayudar a que se preservaran nuestras tradiciones, costumbres y signos de identidad.

De todos es sabido el amor y pasión que sentía por el Levante, del que fue cofundador y al que, junto a algún otro empresario, avaló personalmente en la denominada ‘Operación Vallejo’, que impidió que el club perdiera su estadio. Además se involucró en diversas instituciones, entre las que destacaría el Ateneo Mercantil, pero especialmente en aquellas relacionadas con el Cabanyal, con el que tan estrecha relación hemos mantenido siempre en la familia. Vicente Boluda Marí fue un valenciano comprometido, con un corazón muy grande y una enorme generosidad, muy querido por su proximidad y cercanía, siempre dispuesto a atender y ayudar a los demás.

• Vicente Boluda Marí (Valencia, 1904 – Valencia, 16 de diciembre de 1998).
• Con 16 años, invierte una herencia familiar en un remolcador a vapor. En dos años (1922) ya cuenta con la flota más grande del Grao.
• En 1956 salva al Levante UD, junto a otros empresarios, con avales para quedarse con el campo de Vallejo.
• Visionario del negocio marítimo, amplía el negocio y en los sesenta está presente en media España. Salto a Oriente Medio y Latinoamérica en los setenta.