ELEGANCIA NATURAL

LEONARDO SANTOS

Nacho Duato es sin duda el coreógrafo español con mayor reconocimiento internacional en las dos últimas décadas. Sus coreografías forman parte del repertorio de las mejores compañías de ballet del mundo, y por citar sólo algunas se pueden mencionar el Royal Ballet de Londres, la Ópera de París, el Ballet Bolshoi o el American Ballet Theatre. Ha sido premiado con el prestigioso Benois de la Danse en el año 2000 por su obra ‘Multiplicidad. Formas de silencio y vacío’, recibido la Medalla al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Nacional de Danza en España y nombrado Chevalier des Arts et des Lettres en Francia. Actualmente dirige el Staatsballett Berlin desde la temporada 2014-15, una de las grandes compañías europeas con la cual ha cosechado excelentes críticas, después de haber dirigido tres años el Ballet del Teatro Mikhailovsky en San Petersburgo donde hizo versiones muy aplaudidas de clásicos como ‘La Bella Durmiente’, ‘Romeo y Julieta’ o ‘Cascanueces’.

Una trayectoria impresionante que tiene su núcleo en los veinte años pasados a la cabeza de la Compañía Nacional de Danza (CND) en España, de 1990 a 2010, un periodo de constantes giras internacionales e intensa actividad creativa durante el cual creó más de treinta obras. Veinte años que consolidaron una identidad artística cada vez más personal, definiendo no sólo un estilo coreográfico propio, sino también la personalidad de una compañía magnífica, aplaudida en los más importantes escenarios internacionales.

No debemos olvidar la calidad alcanzada por la CND. Un elenco de bailarines excepcionales, venidos de todo el mundo para trabajar con Nacho, porque así se le conocía, Nacho a secas. Y él, con su elegancia natural y una facilidad pasmosa, construía esa danza fluida y musical que parecía haber estado siempre ahí. Quizá fuera eso, Nacho Duato encarnaba la danza sin dificultad. Basta recordar, los que tuvimos oportunidad de verlo bailar antes de dedicarse a la coreografía, sus interpretaciones en el Nederlands Dans Theater. Allí fue, a la sombra de su gran maestro Jiri Kylián, donde empezó todo. El modelo de compañía, el rigor en el trabajo, la importancia de la música y de la iluminación, la cualidad del movimiento, la ejecución impecable… Rasgos que traería con él cuando en 1990 el Ministerio de Cultura le encargó la dirección de la Compañía Nacional. A pesar de la polémica inicial causada por el cambio de rumbo estético, Nacho Duato demostró pronto su potencial creativo y su saber hacer profesional. ‘Cor perdut’, ‘Concierto Madrigal’, ‘Rassemblement’ o ‘Na Floresta’ conectaron con un público que se rindió rápidamente a su talento. Después creó obras en las que la música es a menudo fuente de inspiración y donde las colaboraciones con compositores como Alberto Iglesias (‘Cautiva’, ‘Tabulae’, ‘Self’, ‘Cero sobre cero’) y con Pedro Alcaide y Sergio Caballero (‘Herrumbre’, ‘Diecisiete’, ‘Alas’ o ‘Cobalto’) alternaban con músicas de Corelli, Vivaldi o Bach, sin olvidar a Karl Jenkins o Henryk Górecki.

Su periodo en la CND acabó, sin embargo, con otra polémica por las malas maneras demostradas por la Administración pública, incapaz de valorar la labor realizada y las metas alcanzadas. Esta salida empujó a Nacho Duato a aceptar ofertas anteriormente rechazadas y ahora este excelente bailarín y coreógrafo, valenciano inquieto, dirige en su madurez el Ballet de Berlín. Hay todavía Nacho Duato para rato.

• Juan Ignacio Duato Barcia (Valencia, 8 de enero de 1957).
• Formado como bailarín en Londres, Bruselas y Nueva York, su carrera comienza en 1980 en el Cullberg Ballet de Estocolmo, pero fue el Nederlands Dans Theater, dirigido por Jiri Kylián, el que más le ha influido.
• Tras participar en las compañías más prestigiosas del mundo, en 1990 empieza a dirigir la Compañía Nacional de Danza de España.
• En 2010 pasa al teatro Mikhailovsky de San Petersburgo y, desde 2013, dirige el Ballet de Berlín.
• No es el único artista de su familia, ya que es primo de la actriz Ana Duato.