María Luisa Merlo

1941
Actriz

LA DAMA QUE NACIÓ PARA EL TEATRO

ZOA SANZ

Delegada en Gandia de LAS PROVINCIAS

María Luisa Merlo ha consagrado toda su vida a las artes escénicas. Y si volviera a nacer, repetiría sin dudar. Risueña, moderna y muy vital. Debutó a los 15 años en Verona, en el teatro de la ópera. A los 16 años bailó en el espectáculo de revista ‘Te espero en el Eslava’, de Luis Escobar Kirkpatrick. Corría el año 1957. A partir de ese momento ya no dejó de subirse a un escenario. Unas tablas que la vieron crecer y sobre las que, según ha relatado, no se quiere morir. «Cuando me retire, lo haré sin despedidas, no se enterará nadie», dice.

Pocos años después vio por primera vez la función ‘Cosas de papá y mamá’ en el teatro Infanta Isabel de Madrid. Había llegado a la capital española para estudiar baile. Sentada en las butacas se dijo a sí misma: «¡Yo de mayor haré esta función!». Su deseo se ha cumplido ahora, 55 años después. Aunque asegura que el verdadero papel de su vida no tiene nada que ver con el arte dramático sino con el de ser abuela y bisabuela.

La actriz, que nació en Valencia en el año 1941, fue consolidándose con los años hasta convertirse en una de las grandes, en un referente del teatro español. Se ha criado rodeada de damas como Conchita Montes, Amparo Rivelles o María Fernanda Ladrón de Guevara.

No olvida sus raíces valencianas. Lleva el barrio de Ruzafa en el corazón. Sus primeros años los pasó en el número 8 de la calle Sueca. La actriz ha reconocido en alguna que otra ocasión que no hablar valenciano era un espinita que tenía clavada.

Diva, aunque ella se declara «antidiva»; estrella; reina frente a las butacas. Su familia le enseñó a dejar a la actriz en el camerino y ser una persona corriente en la calle.

Merlo no es de esas personas que se muerden la lengua y se ha mojado con las injusticias. «Es una brutalidad el aumento del IVA porque van a cargarse el teatro. Si retiraran la subida, besaría en la boca a los políticos, vamos, me los comía», aseguró en una entrevista concedida a LAS PROVINCIAS.

Cincuenta años de profesión y sus reconocimientos la avalan. En 2013 fue galardonada con la Distinción de la Generalitat al Mérito Cultural. En 2009, con el Premio Ercilla de Teatro por su trayectoria en teatro y en 1967 se le concedió el Premio Antena de Oro de Televisión. LAS PROVINCIAS también le otorgó en 2007 el Premio Valencianos para el siglo XXI.

Con cada interpretación, gesto o movimiento continuó la tradición artística familiar. Es hija de los actores valencianos Ismael Merlo Piquer y María Luisa Colomina. Y también madre de profesionales: Amparo, Luis y Pedro Larrañaga. Estuvo casada con el también intérprete Carlos Larrañaga durante 16 años. Toda una saga. La versatilidad de esta intérprete valenciana formada en la auténtica escuela que es el teatro le ha permitido trabajar en otros medios como la televisión o el cine. En el primer caso, los telespectadores la han podido ver en series de gran éxito como ‘Aquí no hay quien viva’, ‘7 vidas’, ‘Mis adorables vecinos’ y ‘Con dos tacones’. Desde mediados de los años sesenta se convirtió en un rostro habitual de Televisión Española al interpretar decenas de papeles en ‘Primera fila’, ‘Novela’ o ‘Estudio 1’.

En 1973 protagonizó junto a Carlos Larrañaga la comedia ‘Compañera te doy’; y 13 años más tarde encarnó a Rosa, la madre de Julia, interpretada por su hija en la vida real Amparo Larrañaga en la serie ‘Media naranja’.

Tiene una vida de libro. No en vano se publicó en 2003 una biografía autorizada: ‘María Luisa Merlo: Más allá del teatro’, de Pedro Manuel Víllora Gallardo. También ella escribió un libro de autoayuda en el que cuenta cómo aprendió a ser feliz.

  • María Luisa Merlo Colomina (Valencia, 6 de septiembre de 1941 ).
  • Actriz de cine, teatro y televisión.
  • María Luisa Merlo es hija y nieta de actores. Comenzó haciendo cine con José María Forqué y a partir de ahí el teatro, el cine y la televisión han sido su vida.
  • ‘Yo, Leonor de Aquitania’ es una de sus últimas interpretaciones, que gira alrededor de la figura de la noble francesa. El año pasado se puso en la piel de una soprano con ‘Villa Puccini’.