José Iturbi

1895 /// 1980
Músico

EL GENIO QUE REINÓ EN HOLLYWOOD

NOELIA CAMACHO

Redactora de Culturas de LAS PROVINCIAS

El hecho de que el pianista y director de orquesta José Iturbi pidiera ser enterrado con un puñado de chufas en la mano y envuelto en una senyera demuestra el amor incondicional que tuvo a Valencia durante toda su vida. Una tierra que no sólo fue puesta en el mapa por el primer valenciano que triunfó en Hollywood, sino que siempre fue protagonista en sus conversaciones, en su forma de vivir y, como en este caso, de abandonar este mundo. Iturbi nunca tuvo miedo al éxito. Pronto destacó como un genio musical y, como tal, tuvo que volar fuera de su amada ciudad para formarse. París, Bilbao, Ginebra, de nuevo París y, finalmente, Estados Unidos. El periplo internacional del pianista fue imparable. Al otro lado del charco se puso al frente de formaciones como la propia Orquesta Iturbi, que él mismo fundó, la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta de Filadelfia, la Orquesta Sinfónica de Chicago y la Orquesta Filarmónica de Rochester. Una larga lista agrupaciones en las que siempre dejó huella. Para unos, su carácter exigente le hacía parecer reservado. Otros lo calificaron de maestro. Era un gran director de orquesta. Todo ello hizo que su fama fuera en aumento, así como su apasionada personalidad y su impredecible talento, que cultivaba incluso cuando ensayaba. Y lo hacía siempre que podía, en los descansos y en los largos vuelos que le llevaban a todas las partes del mundo, donde solía tocar un piano sordo.

Iturbi no fue nunca un pianista al uso. Por ello, la Metro Goldwin Mayer le contrató para ponerle música, y alma, a aquellas comedias mudas que comenzaban a triunfar en los años cuarenta. ‘Levando anclas’, ‘Holiday in México’, ‘Sweethearts’, ‘Three daring daughters’, ‘That Midnight Kiss’ y ‘Thousands Cheer’ le encumbraron en el olimpo hollywoodiense como el pianista imprescindible. Allí, obtuvo dos discos de oro por vender un millón de copias, nada más ni nada menos, de ‘La polonesa’ de Chopin y ‘Claro de luna’ de Debussy. Ya se sabe, los genios siempre interpretan a los genios.

Pese a la fama internacional, el nombre de Iturbi siempre estará ligado a la Orquesta de Valencia, de la que fue director titular desde 1956 a 1958 y nombrado director honorario perpetuo. Con ella, realizó 113 conciertos y una gira internacional que le llevó a recorrer España, Francia e Inglaterra. Quizás, y por lo que siempre debiera ser recordado, es por recaudar fondos tras la riada que asoló la ciudad en 1957. El genio, el maestro, el reconocido director no tuvo reparos en tomar la batuta y dirigir a la formación valenciana en una gira de actuaciones a beneficio de los afectados. Y es más, tuvo que convencer a otra valenciana ilustre, la soprano Lucrecia Bori, para que le acompañara en un recital solidario.

Y es que Valencia siempre estuvo en su corazón. Prueba de ello es también el emblema que utilizó para la marca de la discográfica que fundó y que, inevitablemente, solo podía llamarse Turia Records. Las dos de Torres de Serranos se convirtieron en su bandera, como la senyera que ondeaba en su casa de Beverly Hills. Cuando regresaba a su tierra, pasaba largas temporadas en su finca de Burriana, ‘La Cotorra’, acompañado de su perro ‘Carracuca’. Fue feliz, aunque en él también se cumplió la máxima de que los mayores genios tienen una vida personal llena de fracasos. En el suyo, vio fallecer a su sobrina y a su hermana Amparo Iturbi, otra gran pianista que le acompañó toda su vida.

Su recuerdo permanece inalterable. El Palau de la Música adquirió hace unos años un piano caoba que era de su propiedad. En la memoria de muchos se conserva la imagen de cómo movía la falange del dedo cuando tocaba. Una forma tan característica que sólo le podía pertenecer a un genio.

  • José Iturbi Báguena (Valencia, 28 de noviembre de 1895 – Los Ángeles, 28 de junio de 1980).
  • Con sólo 15 años, se trasladó a París para estudiar en el conservatorio gracias a una beca de la Diputación.
  • En 1942, fue contratado por la productora Metro Goldwyn Mayer como pianista de comedias musicales.
  • En 1949, el Ayuntamiento le rindió homenaje por su apoyo a la Orquesta de Valencia. En 1950, fue el promotor de la primera gira de una orquesta española en el extranjero.