José Cristóbal Sorní

1813 /// 1888
Abogado y político

ENTRE LA TOGA Y LA ESPADA

JOAN MOLANO

Redactor de Local de LAS PROVINCIAS

La vida es un camino en busca de algo. Las decisiones que tomamos en el tiempo que dura marcan nuestra trayectoria. Tenemos la posibilidad incluso de que algunas queden grabadas en la historia y acaben usándose como ejemplo. Sirviendo como referente. Una de esas personas, convertida en personaje, que logró dejar una huella de vida imborrable en la Comunitat Valenciana por sus decisiones políticas es José Cristóbal Sorní. Sus días se movieron «entre la toga y la espada», como lo definió un diario español del XIX y recordó en una conferencia en febrero de 2014 el profesor de Geografía Urbana de la Universitat de València, investigador y escritor, Josep Vicent Boira. Sorní fue hombre de leyes y hombre de barricadas, revolucionario y ministro, verdadero católico (y quizá por eso, contrario a la pena de muerte). Fue, sin duda, uno de los políticos más influyentes de la España liberal, democrática y federalista del siglo XIX, y su prestigio todavía se encontraba muy vivo entrado el siglo XX. El abogado valenciano conoció, justamente por su trayectoria vital y política, las mazmorras de la más lúgubre prisión de Madrid, el Saladero. Pero a la vez, se movió con comodidad en los salones del Palacio de San Jerónimo, sede del Congreso, y por los despachos de los ministerios, al ocupar, por un breve pero intenso periodo, el Ministerio de Ultramar (1873), en el gabinete de Pi i Margall.

Sorní era, sin duda, un aventurero, una mezcla entre político y soldado, pero al mismo tiempo era un hombre de leyes, abogado de prestigio, asesor en asuntos legales institucionales y profesor de Derecho Romano en la Universitat de València.

Hijo de un exiliado liberal, sentía pasión por la libertad y el progresismo. Nació en una casa en el carrer dels Canvis, donde hay una placa conmemorativa que le dedicó Valencia al cumplirse cien años de su nacimiento. Da nombre desde 1906 a una de las calles con más solera de la zona centro de la ciudad de Valencia. Fue un hombre implicado con su ciudad, acompañó a su amigo Constantí Llombart en la creación de Lo Rat Penat, donde actuó como mantenedor en los Juegos Florales. De su indiscutible legado hay tres grandes hechos que destacan sobremanera. En primer lugar, la liberación de cautivos en Cuba y la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, así como los intentos de normalizar la relación política con estas islas, donde la inquietud revolucionaria era ya visible.

En segundo lugar, su lucha contra la pena de muerte: fue el autor de una enmienda que preveía conmutar la pena capital por la de prisión perpetua en los casos de tribunales militares (1873).

En tercer lugar, su participación en la primera Comisión de Reformas Sociales de España (creada en 1883 y presidida por Cánovas de Castillo) para estudiar las condiciones de vida de las ciudades y de las clases menos favorecidas.

Pero Sorní también fue otras muchas cosas: abogado en ejercicio, director del diario republicano ‘La Vanguardia’ y mantenedor de los Juegos Florales de Lo Rat Penat en 1883 (gracias a su amistad con Constantí Llombart). Amigo también de Fernando Garrido y de José María Orense, participó por mediación del político y el marqués de Albaida, del círculo de conocidos y de ideas de personajes de la escena europea como Élisée Reclus, el gran geógrafo francés. Y, por qué no decirlo, José Cristóbal fue hermano de Manuel Sorní, arquitecto provincial de Valencia, autor de muchas obras en la ciudad y, entre otras, del proyecto de un paseo entre Valencia y el mar.

En noviembre de 1935, su cuerpo, que descansaba en el cementerio de San Justo en Madrid desde 1888, fue trasladado a la capital valenciana, de acuerdo con sus últimas voluntades, con asistencia del Pleno municipal del Ayuntamiento de Valencia y de público.

  • José Cristóbal Sorní y Grau (Valencia, 10 de julio de 1813 – Madrid, 8 de abril de 1888).
  • Abogado, político y profesor de Derecho Romano en la Universitat de València. Director del diario republicano ‘La Vanguardia’.
  • Ministro de Ultramar (1873). Participó en la primera Comisión de Reformas Sociales de España (1883). Autor de una enmienda para permutar la pena de muerte por prisión perpetua .
  • Mantenedor de los Juegos Florales de Lo Rat Penat (1883).