Javier Mariscal

1950
Dibujante

POÉTICAMENTE REBELDE

MAC DIEGO

Ingeniero gráfico

Siempre pensé que Mariscal era un tipo raro, raro, muy raro, así que desde que lo conocí no he podido dejar de perseguir sus trabajos como creador. Me gustaban sus tebeos, las camisetas, los muebles, las tipografías y todo lo demás… ¡¡porque todo lo convierte en excepcional!!

Disfruté en una exposición centenaria que se le hizo en la Lonja de Valencia a finales de los ochenta. Una expo donde el montaje aprovechaba el espacio interior del majestuoso edificio, alturas incluidas, y donde hubo de todo lo que un diseñador pudiera imaginar. Con la cabeza como una jaula de grillos típica de un veinteañero, aquel montaje y las piezas mostradas supuso una vuelta de tuerca en mi forma de residir y concebir la vida. Cuando Mariscal se pone en marcha, la sociedad creativa se pregunta, duda y tiembla. Estoy seguro que su actitud afecta incluso a la nube de Oort, porque ora como un loco sensato; sus razonamientos suelen ser los de un protestón inadaptado; su grafismo es contrario a los cánones establecidos, es poéticamente rebelde; cuando habla se convierte en un alborotador que no encaja fácilmente en el sistema, opinando del entorno de manera transversal y diferente; se salta las reglas. Si intentas dictarle alguna verás cómo la incumple sin aceptar ese orden que alguien ha establecido. Porque es un genio, un genio tocado por el humo del talento. Con camaradas así no se tiene la oportunidad de trastear con muchos en la vida.

Tengo amigos del colectivo que lo critican y otros que lo glorifican, aunque para ninguno pasa inadvertido, porque no pueden ignorarlo, porque lo hace todo al revés y en el mundo de la comunicación y la creatividad, o rompes con todo, arriesgando y jugándotela o no eres nadie y sirves para poco. Cada vez que lo pienso estoy más seguro, o utilizas el talento para cascar lo conocido o sólo eres un copión y un mamandurrio.

Se cuenta que cuando presentó el último logo de Bancaja, excepcional para un banco que entonces aún lo catalogábamos como serio, en un momento de la presentación se descalzó para cantar exageradamente por encima de la mesa del despacho del director general ante la sorprendida mirada de todos los allí presentes. Estoy seguro de que el hecho es cierto, porque para desconcertar, maravillar, acertar y ser notorio en el resultado, Mariscal es la persona indicada.

En otra ocasión, en un viaje con la más alta cúpula del departamento de ‘marketing’ de Bancaja, para conocer su estudio de Palo Alto en Barcelona y hacer algunas correcciones sobre el ‘story’ de un anuncio, Javier fue saludando uno a uno a los directivos que ahí nos acompañaron. Cuando me llegó el turno los abrazos y alabanzas que con naturalidad y admiración me dedicó durante unos minutos no los olvidaré nunca, pues encima los hizo y con descaro delante de mis mejores clientes… ¡¡Tío, tenía que haber sido al revés, esa aún te la debo, lo que hiciste no lo olvidaré nunca!! Para que te hagas una idea, la ida la hice incrustado entre los trastos del maletero, y la vuelta en el asiento del copiloto…

A Javier lo puedes sentenciar como un tipo raro raro muy raro, pero su actitud es la de un puto genio, que aunque tropiece, sus reapariciones nunca dejarán impertérrito a nadie, ni a los posibles mineros de la nube del Oort.

  • Javier Errando Mariscal (Valencia, 9 de febrero de 1950).
  • En 1979 diseña el logotipo Bar Cel Ona que le aporta popularidad. Al año siguiente abre en Valencia el primer bar firmado por Mariscal, junto a Fernando Salas, el Dúplex.
  • En 1987 expone en el Centro Georges Pompidou de París y participa en la Documenta de Kassel.
  • En 1989 Cobi es elegido como mascota para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y crea el Estudio Mariscal.