Arquitecto
URBANISMO CREATIVO
JUAN LAGARDERA
Uno de los grandes arquitectos valencianos del periodo central del siglo XX. Entre los años treinta y cincuenta de la pasada centuria, Javier Goerlich Lleó llevó a cabo buena parte de su mejor y más fecunda actividad como arquitecto y urbanista en la ciudad de Valencia, de la que llegó a ser su arquitecto mayor. La de Goerlich es una personalidad creativa muy prolífica y culta. Alcanzó su cénit como el principal instigador de las reformas urbanas de Valencia bajo la administración blasquista, pero continuó durante la República. Destituido a raíz de su decisiva intervención para salvar la imagen de la Virgen –para la que construyó un refugio tapiado en el mismo ayuntamiento–, posteriormente fue rehabilitado y reincorporado a su puesto por el consistorio franquista, con el que nunca terminó de identificarse. Su crítica e independencia en polémicas importantes como la del proyecto de la plaza de la Reina, en la que defendió una solución más respetuosa con la trama histórica, y el maltrato que sufrió su obra, como la demolición del Mercado de las Flores –conocido como la Tortada– que proyectó en la actual plaza del Ayuntamiento, le alejaron totalmente del régimen.
Goerlich no es un personaje confuso ideológicamente; al contrario, se identifica plenamente con la tercera España que definió Ortega, como un socialcristiano alejado del maniqueísmo que terminó por provocar la Guerra Civil que él mismo padeció. Para comprenderle es importante conocer sus orígenes y su extraordinaria pasión por Valencia y su cultura, de la que terminó siendo mecenas al donar su importante colección pictórica al Museo de Bellas Artes.
Hijo del cónsul del Imperio Austrohúngaro en Valencia, quien se había instalado en la ciudad junto a algunos familiares –checos de habla alemana, como Kafka– procedente de la localidad bohemia de Wellnitz donde cohabitaban con una importante población judía, cerca de Karlovy Vary. Ya en Valencia, se casó con una valenciana y se instaló en la calle Zaragoza –hoy desaparecida–, junto a la catedral, en el pasaje que actualmente da paso al área comercial de Tapinería. La familia vivía en el segundo piso, mientras en el primero se ubicaba el Consulado y en la planta baja el Bazar Viena, adonde llegaban diversas publicaciones de la época, austriacas y alemanas, dedicadas al diseño y la arquitectura, como ‘Moderne Bauformen’ o ‘Wiener Illustrierte’.
El Bazar Viena terminará suministrando una decisiva bibliografía moderna a los jóvenes arquitectos valencianos, entre los que se encontrará Javier Goerlich, cuya generación ha dado el mayor y mejor grupo de profesionales. Heredero de una primera hornada de grandes arquitectos –Luis Ferreres, maestro del propio Goerlich, Demetrio Ribes, Mora, Cortina o Almenar–, Goerlich revolucionará la arquitectura valenciana y capitaneará tanto la reforma urbana de la ciudad como el paso a la estética moderna arquitectónica junto a sus coetáneos Enrique Viedma, Luis Albert, Joaquín Rieta, Mariano Peset, Cayetano Borso o Enrique Pecourt. Al concluir la guerra, el renovado estudio de Goerlich dará trabajo a algunos de sus compañeros represaliados como Ricardo Roso o Vicente Valls Gadea, cuyas familias, todavía hoy, agradecen este comportamiento humanista y solidario.
Fue un trabajador infatigable y el número de sus proyectos es realmente apabullante. Son docenas los edificios levantados con su firma en la zona reformada del centro de Valencia, aunque algunas de sus obras más importantes como la Tortada de la plaza o el Club Náutico fueron demolidas sin ningún miramiento, episodios que obligan a plantear seriamente la necesidad proteger el patrimonio contemporáneo.
Íntimo amigo de Mariano Benlliure, suyo fue el mausoleo del escultor, o el proyecto para el museo de Bellas Artes que Sorolla trató de promover en la ciudad –en el espacio que ocuparían los antiguos juzgados de Navarro Reverter–. Memorable fue su discurso de ingreso en la Academia de San Carlos, que llegará a presidir, reivindicando un urbanismo creativo y no geométrico en el que el arbolado fuera un elemento esencial para la nueva ciudad.
- Javier Goerlich Lleó (Valencia, 29 de noviembre de 1886 – 22 de marzo de 1972).
- Desde 1922 ocupó plaza como arquitecto municipal de Valencia y desde 1931 como arquitecto mayor.
- Siempre vivió en Valencia, pero tuvo una segunda residencia junto a la ermita de Godella. Casado con Trinidad Miquel Domingo, sobrina-nieta del pintor Francisco Domingo.
- Autor de la avenida del Oeste, la plaza del Ayuntamiento, las calles San Vicente y María Cristina, el Banco de Valencia y el Mercado de Abastos.