Filósofa
VENDAVAL ESPECULATIVO PARA UNA JUSTICIA CORDIAL
AGUSTÍN DOMINGO MORATALLA
Cuando hace unos años el grupo de homenajeados por el Ayuntamiento como hijos predilectos eligieron a la profesora Cortina para que los representara, no se imaginaban lo importante que era Valencia para esta profesora. Suponían que haría un buen discurso. No se equivocaron. En sus palabras no sólo mostró su altura intelectual, sino la proximidad, sencillez y cordialidad de quien está orgulloso de Valencia, una ciudad de la que presume porque es manejable, cercana y cosmopolita

Aunque muchos de los que allí estábamos la habíamos oído pronunciar discursos más largos, aquella mañana la emoción se apoderó de sus palabras. Aunque fuera una obviedad recordar a su familia, la hija de Héctor y María Dolores se acordó de unos padres que le enseñaron los grandes valores que han presidido su vida: la honradez, la verdad, la transparencia y el trabajo bien hecho. Recordó el colegio Sagrado Corazón de Godella donde estudió con las que ella llama «mis monjas», también tuvo unas palabras entrañables por el hecho de reforzar estos valores de su hogar con un sentido religioso.
También hizo alusión al hecho de que la policía de playas tenía por nombre ‘La Moral’. «Que viene La Moral», se decía en la Malvarrosa cuando los bañistas sospechaban que incumplían las normas que imponían las autoridades. Deja muy claro que sus ocupaciones y quehaceres reflexivos no tienen nada que ver con las prohibiciones y represiones, ni de aquellos tiempos ni de ningunos. Una tradición de pensamiento español que hunde sus raíces en Unamuno, Ortega y López-Aranguren, autores para quienes «la moral» tiene que ver con el ánimo, la ilusión, la energía vital, la elegancia y la urgente tarea de poner la vida en forma. Una reflexión filosófica que la profesora Cortina siempre ha considerado transversal. Incluso hace unos días, el 8 de septiembre de 2015, cuando fue nombrada doctora ‘honoris causa’ por la Universidad de Alcalá de Henares volvió a reclamar que todos los estudiantes y en todos los niveles deberían estudiar Ética. Nunca se cansa de insistir que necesitamos estudiar Ética para levantar la moral de los ciudadanos y luchar contra la corrupción.
En los reconocimientos y distinciones que recibe tiene siempre presente a su ciudad y sus gentes. Incluso procura estar el menor tiempo posible fuera de su hogar, como si necesitara la luz de esta ciudad española del Mediterráneo. De hecho, pide que las ilustraciones de sus trabajos tengan relación con Valencia. Nadie mejor que Sorolla para recuperar esta energía y por eso cuando le preguntaron con qué imagen ilustrar el Premio Jovellanos que recibió en 2007 pidió que fuera el cuadro ‘¡Al agua!’. El ensayo llevaba por título ‘Ética de la razón cordial’. Más que la razón vital o la razón histórica, Adela reivindica la razón cordial. Con ello abre un horizonte cultural fecundo que está dando frutos en numerosos países de Iberoamérica donde sus escritos son estudiados en todas las escuelas de todos los niveles. Y ello sin contar con la proyección que tienen sus trabajos en otros campos como la bioética o la ética de la empresa. En 2015 celebramos los 25 años de la Fundación Étnor, espacio de encuentro de la sociedad civil de Valencia, que preside y es referencia obligada para los investigadores en éticas aplicadas.
Para una filósofa que se acerca al cosmopolitismo de Kant desde la razón cordial no hay felicidad sin justicia. Por eso, la razón cordial se transforma en una «justicia cordial». Este empeño filosófico y cultural, ascético y gozoso, no sería posible sin el Quijote de Jesús Conill, con el que siempre entra aire fresco en sus escritos. Éste me confesaba que en una de las primeras oposiciones a las que se presentó, un profesor del tribunal dijo después de oírla: «Acaba de pasar un vendaval especulativo».
- Adela Cortina Orts (Valencia, 1947).
- Cursó Filosofía y Letras en la Universitat de València y entró inicialmente en el departamento de Metafísica.
- Catedrática de Ética y Filosofía Política en la UV y directora de la Fundación Étnor.
- Su obra ‘Ética de la razón cordial’ le supuso el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos de 2007. En 2014 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo con ‘¿Para qué sirve realmente la ética?’.