David Albelda

1977
Futbolista

El murciélago de un gran Valencia

Juan Carlos Valldecabres

Redactor de Deportes de LAS PROVINCIAS

En su casa sólo se hablaba de bicicletas por la afición y hasta profesión de su padre y su tío. Pero él prefirió escoger el balón, como su hermano Pepe, que llegó a jugar en el Levante UD en Segunda División. En un pequeño parque de la Pobla Llarga empezó a dar de muy niño sus primeras patadas a la pelota, lejos de imaginar que la ilusión de su niñez le iba a convertir con el paso de los años en poco menos que un símbolo para el equipo de su tierra. El que siempre ha llevado clavado en el corazón: el Valencia Club de Fútbol.

David Albelda fue valencianista desde la cuna y lo será hasta que se muera, para lo bueno y para lo malo. Con todas sus consecuencias, como en su momento lo fueron los legendarios Puchades y Claramunt, por ejemplo. El mismo amor a unos colores, los blanquinegros, fue lo que le llevó un buen día a rechazar una jugosa propuesta de contrato para irse al Real Madrid. El mismo equipo que le motivó a escribir, justo el día de su 38 aniversario, un mensaje en las redes sociales que provocó cierta agitación entre aficionados de uno y de otro club: «Por cierto, siempre recordaré este cumpleaños por el ridículo del Madrid sobre el fichaje de De Gea. ¡Vaya tela!». Así, sin hipocresía, se las gasta y se las gastaba este centrocampista todo pundonor.

Condujo al mejor Valencia de la historia, formando pareja con Baraja, a dos finales de Champions, en las que acabó llorando de impotencia. Como cuando un holandés, entrenador blanquinegro y de nombre Ronald Koeman, decidió un buen día apartarlo junto a Cañizares y a Angulo de la disciplina del primer equipo. Ni el brazalete de capitán que llevaba cosido al bíceps le evitó el inaudito paso por el purgatorio. Rabia, impotencia y rebelión. Albelda siempre apostó fuerte y con riesgos, por todo, tanto dentro como fuera del campo. Incluso cuando llevó a Juan Soler, presidente de la entidad, a los juzgados por lo que creía justo. Algunos aficionados, por cierto, nunca le perdonaron esa decisión tan poco habitual.

Fue un futbolista que marcó época. Su juego, contundente y serio en el centro del campo, le valió el unánime reconocimiento de los profesionales del balón y sostuvo con criterio las críticas de aquellos que le azotaron verbalmente por su dureza. Su personalidad le hizo sobreponerse a los desaforados ataques y también a superar sus lesiones. Cuatro equipos formaron parte de su dilatada carrera: Pobla Llarga, Alzira, Villarreal y Valencia. En los dos primeros se inició; en el tercero se pulió en las dos cesiones que experimentó y en el cuarto no sólo se formó sino que triunfó. Eso le abrió las puertas de la selección. Primero en las categorías inferiores, después en aquella selección olímpica que en Sídney (año 2000) consiguió la medalla de plata y finalmente en la absoluta. Camacho fue el que le hizo debutar en un partido en Liechtenstein clasificatorio para el Mundial de Corea y Japón. Jugó una Eurocopa (Portugal 2004) y dos Mundiales (Corea y Japón en 2002 y Alemania en 2006).

Media docena de títulos completan su extenso currículo, si bien el último de ellos, la Copa del Rey de 2008, cuando se ganó 3-1 al Getafe, no la considera suya por aquello de la condena a la que le obligó Koeman. El 26 de mayo de 2013 pisaba de corto por última vez Mestalla, su casa, en un Valencia-Granada. Luego acabó la Liga en el Sánchez Pizjuán de Sevilla y pocos días después recibía el mazazo. Djukic no contaba con él para el proyecto, con Amadeo Salvo de presidente y Braulio Vázquez de director deportivo. Un adiós sin homenaje. Así lo quiso él. Ninguna de las propuestas que recibió para seguir poniéndose las botas le cautivó lo suficiente. Igualar al Valencia CF era un reto imposible. Fue entonces cuando David, casado y padre de tres criaturas, volvió a sus orígenes: la bicicleta. Luego tomó la decisión de estudiar para ser entrenador. Su gran reto, regresar al Valencia.

  • David Albelda Aliques (La Pobla Llarga, 1 de septiembre de 1977).
  • Empezó jugando en el equipo de su pueblo, de ahí pasó a la UD Alzira y en 1992 al Valencia. Del juvenil al Mestalla y luego al primer equipo. Fue cedido dos veces al Villarreal CF para regresar y firmar una de las carreras más brillantes del fútbol valenciano (1997-2013).
  • Internacional en 51 ocasiones.Con el Valencia ganó una Supercopa de España (1999), dos Ligas (2001-02 y 2003-04), una Copa de la UEFA (2003-04), una Supercopa de Europa (2004) y una Copa del Rey (2007-08).