Pepe Claramunt

1946
Futbolista

COMPROMISO ANTES DE TOTTI

TONI CALERO

Redactor de Deportes de LAS PROVINCIAS

Veinte años antes del gol del siglo de Diego Armando Maradona, de la famosa mano de Dios a Inglaterra en el Mundial de 1986 y la consagración del argentino como uno de los más grandes de la historia, el estadio Azteca mexicano sirvió como banco de pruebas para un Valencia dirigido por Mundo, quizás el goleador más voraz de la historia del Valencia. En el avión permanecía atento a los consejos de los veteranos un jovencísimo futbolista que había crecido en el Mestalla y fue cedido al Saguntino para acelerar su progresión. Pepe Claramunt irrumpió en aquella gira sudamericana del Valencia y ya nadie pudo moverle del primer equipo. Con 21 años, el menudo jugador de Puçol, el mismo que cuidaba con esmero el campo en sus ratos libres, tenía vía libre para convertirse en un histórico del club, entonces blanco y hoy (y antes), blanquinegro.

Veloz y escurridizo, Mestalla asistía a los primeros pasos como profesional de un futbolista sin patrón definido. Le gustaba a Claramunt la banda derecha, no le hacía ascos al flanco izquierdo ni a la mediapunta, pero Alfredo di Stéfano adecuó su puesto. Para esos pulmones tenía guardada la Saeta Rubia una posición idónea: el ancla del centro del campo. Claramunt aprendió el oficio con el sólido Paquito y poco después ya era el jugador más relevante del vestuario del Valencia. El brazalete y la llamada de la selección no se hicieron esperar. El dorsal número ‘6’ seguía haciendo goles (90 hizo en total como valencianista) e iba adquiriendo galones hasta llegar a su punto más álgido: la Liga de la temporada 70-71 lograda en el viejo Sarrià, el título que se resistía desde mediados de los años cuarenta.

Como ya ocurriera anteriormente con un mito del Valencia, Antonio Puchades, los grandes se interesaron por Claramunt. El Real Madrid tentó al jugador de Puçol, pero la respuesta fue «no, gracias». El todocampista moldeado por Di Stéfano estaba totalmente identificado con el club desde que, jugando en el filial, acudiera religiosamente a Mestalla para ver jugar y copiar a cada uno de los futbolistas del Valencia. Hasta 1976, Claramunt no hizo más que agrandar su leyenda. Imprescindible para Di Stéfano y los balcánicos Ciric y Milosevic.

Ya había disputado la gran mayoría de los casi 400 encuentros que jugó en el Valencia cuando Manolo Mestre aterrizó en el banquillo de Mestalla. Una importante lesión y diversos encontronazos con el técnico de Oliva precipitaron el adiós al Valencia de Claramunt y su retirada del fútbol. Eso, y la poca afinidad que el de Puçol tuvo con Ramos Costa, centrado en esculpir un vestuario a base de estrellas y fichajes millonarios. Los últimos coletazos de Claramunt en el Valencia coincidieron con la llegada de otro mito, Mario Alberto Kempes.

Después de trece temporadas, el de Puçol se marchaba por la puerta de atrás, sin ni siquiera un partido homenaje que recibiría de forma descafeinada mucho después, en 2001. A los habituales de Mestalla no les gustó aquel desaire con Claramunt, uno de los futbolistas más importantes de la historia del club. Nadie recita una lista de leyendas del Valencia en la que no aparezca aquel centrocampista mandón que veía portería con suma facilidad. Un buen heredero del ‘6’ que lució Tonico Puchades, y después del de Puçol, jugadores como Gaizka Mendieta o David Albelda.

Pepe Claramunt fue un ‘one club man’. O lo que es lo mismo, un tipo que por amor a unos colores renunció a más dinero, puede que a mayor gloria deportiva, en varios momentos de su carrera. Como Paolo Maldini en Milán, Gerrard o Carragher en el Liverpool o Francesco Totti, el último gran ejemplar, que ha empezado su vigesimosegunda temporada en la Roma.

  • José Claramunt Torres (Puçol, 16 de junio de 1946).
  • Uno de los pilares de la Liga que el Valencia ganó en la temporada 1970-71.
  • Di Stéfano fue el que le dio la manija en el centro del campo. El argentino cinceló al jugador que Claramunt fue durante toda su trayectoria. Jugó más de 400 partidos.
  • Internacional en 29 ocasiones. Debutó el 28 de febrero de 1968 contra Suecia. Llegó a ser capitán. No participó en ningún Mundial porque España no se clasificó ni en 1970 ni en 1974.