José Luis Villar Palasí

1922 /// 2012
Político

PADRE DE LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA ESPAÑOLA

JOAQUÍN BATISTA

Redactor de Local de LAS PROVINCIAS

El que suscribe, que cursó la EGB en sus últimos estertores, no olvida una anécdota protagonizada por un profesor que para reprochar una mala conducta recurría a una frase que fue célebre, y peyorativa. Nos llamaba «hijos de la Logse». De significado ininteligible para unos chavales cuya máxima preocupación eran los cromos de la Liga, cobra sentido cuando se intenta comprender qué supuso la Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa de 1970 (LGE), de José Luis Villar Palasí (1922-2012). El docente, veterano, había vivido la transformación derivada de esta regulación y sabía del debate suscitado por la posterior reforma socialista. Villar Palasí, nacido en Valencia, fue ministro de Educación entre 1968 y 1973 y su gran obra modernizó la enseñanza del país, básicamente decimonónica.

José Luis Villar Palasí

También destacó en el ámbito del derecho administrativo, en el investigador y en la docencia. Hasta sus últimos días participó en ponencias y dirigió trabajos de fin de máster. Fue un intelectual, un verso libre en el Consejo de Ministros del tardofranquismo y un adelantado a su tiempo. Un ejemplo. Para la elaboración de la ley promovió un libro de bases previa consulta de todos los actores de la enseñanza. Algo que hoy parece normal y necesario. Lo recuerda Fernando Serrano, vicedecano de Educación de la universidad CEU Cardenal Herrera, que ultima una tesis sobre la ley y tuvo la oportunidad de entrevistarse en 2010 con Villar Palasí. «Nos dijo, cuando hablamos de las complicaciones para sacar adelante la ley, que aquellos niños no le hicieron rabiar demasiado», en referencia a las trabas que tuvo que superar. Serrano resume la herencia de la LGE en una frase: «Fue una ley de Estado, no una ley de partido».

Lo cierto es que no fue tarea fácil. No hay que olvidar que Franco le reclamó para reformar la universidad coincidiendo con las huelgas del 68. Y sin embargo consiguió impulsar un cambio educativo global, idea que asumió tras un viaje a Galicia donde tomó conciencia de las carencias del sistema, acentuadas en la España rural. El rechazo de sectores conservadores del franquismo a financiar semejante reforma –otro logro de la ley fue crear conciencia de lo cara que resulta la educación– fue palpable. Hay una anécdota llamativa: el enfrentamiento que protagonizó Villar Palasí con José Solís Ruiz, ministro secretario del Movimiento y natural de Cabra (Córdoba), en sede parlamentaria. El segundo le espetó «más deporte y menos latín», a lo que el primero respondió: «Gracias al latín los nacidos en Cabra se llaman egabrenses». La réplica es genial, y el lector puede completar la reflexión que seguro pasó por la cabeza de los asistentes a aquel debate.

La LGE extendió y generalizó la educación obligatoria y gratuita hasta los 14 años (EGB), creó un bachillerato unificado (BUP) donde las enseñanzas clásicas se combinaban con las técnicas y a través del COU facilitó el acceso a la universidad, entonces reservado a alumnos con posibilidades económicas y de zonas urbanas.

También dio solución de continuidad a las diferentes etapas (acabó con las reválidas) y como recuerda Aurelio González, director del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica, introdujo la orientación en los centros, la evaluación continua y nuevas técnicas pedagógicas.

«Fue un liberal de la educación», explica su hijo, José Luis Villar Ezcurra. «Cuando le hacías una pregunta te hacía extender los brazos, te ponía libros y te invitaba a leerlos. Si después sigues con la duda, nos decía, vuelve a preguntar». También le recuerda en su despacho redactando la ley. «Fue un ministro de hacer más que de mandar».

Los apellidos de este valenciano no son extraños para muchos alumnos de diferentes generaciones. La explicación es que dan nombre a decenas de colegios (seis de la Comunitat). Quizá sea el único ministro de la dictadura que atesora semejante honor.

  • José Luis Villar Palasí (Valencia, 30 de octubre de 1922 – Madrid, 7 de mayo de 2012).
  • Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras por la Universitat de València.
  • Políglota, dominaba gran cantidad de idiomas, entre ellos el japonés.
  • Fue letrado del Consejo de Estado (1947), subsecretario del Ministerio de Información y Turismo (1957-1962) y subsecretario del Ministerio de Comercio (1962-1965). En 1965 accede a la cátedra de Derecho Administrativo de la Universidad de Madrid, y entre 1971 y 1973 presidió el CSIC.