Constantí Llombart

1848 /// 1893
Escritor

EL AMOR A LA LENGUA Y LA CULTURA

ENRIC ESTEVE

Presidente de Lo Rat Penat y columnista de LAS PROVINCIAS

La historia de Valencia nos ofrece, en el discurrir de los últimos 150 años, la presencia de un significado número de protagonistas que convierten la época, quizá, en nuestro segundo Sigle d’Or. Llorente, Blasco Ibáñez, Sorolla, Benlliure, Serrano y un largo etcétera que llenaría por sí solo estas páginas. Entre todos ellos, brilla también con luz propia Constantí Llombart. Dos cualidades destacan en el quehacer del hombre que se formó a sí mismo con la lectura de cuantos libros caían en sus manos: el amor a Valencia y el amor a la libertad.

El amor a Valencia fue haciéndolo suyo en la relación con la gente del pueblo, con los más humildes. Los trabajadores de la ciudad y los labradores de la huerta. Sus visitas a los pueblos, a las alquerías que rodeaban a la gran urbe, fueron mostrándole la vigencia de una lengua valenciana que, a pesar de las persecuciones sufridas, se mantenía en calles y casas, en el hablar del campo, en los más pequeños…

Y junto a la vigencia de la lengua, conoció la fuerza de unas costumbres y tradiciones que nadie podía cambiar. El fervor de sus fiestas religiosas; la pasión de sus músicas y sus canciones; la realidad de sus danzas; el amor por el joc de pilota, que más allá de la fuerza de los brazos hacía necesaria la inteligencia. Gustó de la riqueza de unos guisos cuyo sabor, humilde por sus condimentos, era difícil de imitar…

Nacía la Renaixença como un sentimiento que se concreta en una realidad vivida, heredera de un glorioso pasado y de una rica historia. Primero con la devoción de unos jóvenes que le acompañaban a todas partes y que compartían sus anhelos de recuperar la lengua valenciana para su uso como una lengua culta, recuperar la historia para conocer las raíces y recuperar las costumbres, las fiestas, las tradiciones… Para hacerlas una parte viva de toda la sociedad.

Y conoció, milagro de la época, al hombre capaz de convertir sus sueños en realidades. Era Teodoro Llorente, director de LAS PROVINCIAS, el líder intelectual de una sociedad dispuesta a continuar la senda de la valencianidad. Y nació de esta unión de voluntades, de esta unión de propósitos y objetivos, Lo Rat Penat, la Societat d’Amadors de les Glòries Valencianes. Fue la noche del 31 de julio de 1878.

Y en su nacimiento, el viejo amor de Constantí Llombart por la libertad se hizo presente. Era un amor nacido en su juventud cuando aún sin rumbo definido, trabó conocimiento con la Juventud Republicana. Ellos le animaron a continuar escribiendo, a continuar plasmando sus sueños en las cuartillas y ellos le dieron a conocer los principios que la palabra República recogía. Libertad en el pensamiento y en la expresión, respeto a sus iguales, fuera cual fuese la extracción social o su procedencia y amor a cuantos precisaban su ayuda para continuar viviendo o para seguir creciendo en un camino que sólo la educación podría ofrecerles. Y vio cumplidos sus sueños aunque los caminos más tarde se separaron.

Lo Rat Penat fue una realidad, la Renaixença fue una realidad, la sociedad valenciana se interesaba por su lengua, por su historia, por su cultura, y él podía morir tranquilo sabiendo que los pueblos serían capaces de entenderse, y España sería esa unión de comunidades diversas que su maestro Pi i Margall, presidente de la Primera República, le había enseñado.

Dejaba para su recuerdo el libro que recoge el fruto de su trabajo: ‘Els fills de la Morta-Viva’, premiado en los I Jocs Florals de la Ciutat i Regne de Valéncia en 1879. Allí, en ese libro, estaban unos sueños que se concretaban en una palabra: «Valencia», y con un lema que él hizo suyo y que está grabado en el pedestal del monumento que en los Jardines del Real le dedicó Lo Rat Penat en su cincuenta aniversario: «Tot s’ho mereix Valéncia. Per a Valéncia tot».

  • Carmel Navarro i Llombart, ‘Constantí Llombart’ (Valencia, 8 de septiembre de 1848 – Valencia, 30 de marzo de 1893).
  • De familia humilde, abandonó pronto los estudios y fue autodidacta. De ideas republicanas, trabó una amistad muy personal con Blasco Ibáñez.
  • Principal fundador, junto a Llorente y Pizcueta, de la sociedad cultural valencianista Lo Rat Penat en 1878.
  • Referente de la Renaixença valenciana, publica la casi enciclopédica obra ‘Els fills de la Morta-Viva’ (1879).